La biblioteca, considerada el templo de la lectura, tiene un papel esencial en el desarrollo de hábitos lectores en los escolares. La lúdica y las estrategias lectoras desempeñan un rol crucial en este espacio, transformándolo en un lugar dinámico donde los niños no solo leen, sino que también interactúan, crean y aprenden de manera significativa. Actividades como la narración oral, los talleres de escritura creativa y los juegos basados en textos literarios son herramientas poderosas para fomentar la pasión por los libros, permitiendo a los estudiantes descubrir historias, reflexionar sobre ellas y conectar sus vivencias con lo que leen.
Estas estrategias no solo motivan a los niños a leer, sino que también contribuyen a que se apropien de la biblioteca como un espacio de su interés, donde la imaginación y el conocimiento se entrelazan. Cuando los escolares participan en dinámicas lectoras que combinan lo educativo con lo recreativo, no solo mejoran su comprensión y disfrute de la lectura, sino que desarrollan una relación más estrecha con los libros y el entorno bibliotecario. Así, la biblioteca se convierte en un centro vivo de aprendizaje y creatividad, donde cada lector puede encontrar inspiración para explorar nuevas ideas y mundos.
Algunas actividades para divertirse en la biblioteca son:
Búsqueda del tesoro de libros: Se creará una lista de libros que los participantes deben encontrar en la biblioteca y se proporcionará pistas para que ello suceda.. Luego, leerán un fragmento de cada libro que hallen y responderán preguntas sobre sobre el mismo.
Bingo de libros: Se utilizarán tarjetas de bingo con diferentes géneros literarios (por ejemplo, novela histórica, poesía, ciencia ficción, etc.) y proporcionarán una lista de libros correspondiente a cada género. Los usuarios leerán uno o más libros de cada género y marcarán la casilla correspondiente en su tarjeta de bingo.
Cadena de libros: Cada participante elegirá un libro que le guste y leerá un fragmento en voz alta. Luego, el siguiente jugador ha de elegir un libro que tenga algún elemento en común con el libro anterior (por ejemplo, el mismo autor, género, tema, etc.) y leer un fragmento de su elección. Continúa hasta que todos los participantes hayan tenido su turno.
El juego de las pistas: El bibliotecario proporciona pistas sobre diferentes libros que están en la biblioteca. Los participantes leerán las pistas y adivinarán el título del libro. El primero en adivinar obtiene un punto. El que tenga más puntos al final del juego gana.
Concurso de lectura en voz alta: Los asistentes eligen un libro de la biblioteca y se turnan para leer un fragmento en voz alta. Un jurado evalúa la calidad de la lectura en función de la expresión, la entonación y la claridad. El participante con la mejor lectura obtiene un premio.
Juego de las adivinanzas literarias: Sé entrega a los participantes una serie de adivinanzas relacionadas con libros o autores para adivinar el título del libro o el nombre del autor en función de las pistas proporcionadas. Quien adivine la mayoría de las adivinanzas gana el juego.
El juego del detective literario: Los jugadores leerán fragmentos de diferentes libros y tratarán de adivinar de qué libro se trata. Cada acierto les dará puntos, y al final se elegirá al detective literario más astuto.
La carrera de relevos de libros: Se forman dos equipos y se seleccionan libros de historias cortas. Cada equipo elegirá uno para correr la carrera de relevos. El primer participante de cada equipo corre hasta la mesa donde está el libro e inicia la lectura lee y corre de vuelta para pasarle el libro al siguiente compañero quien debe continuar en orden la lectura. El equipo que lea primero todas las páginas y haga un resumen gana.
La búsqueda del tesoro literario: Se esconden diferentes libros en la biblioteca, y se dan pistas para que los participantes los encuentren. Cada libro encontrado tendrá una pregunta o desafío literario para que los participantes puedan ganar puntos.
El juego de las palabras prohibidas: Se elige un libro y se escriben en un papel algunas palabras que no se pueden decir durante el juego. Los participantes se turnan para leer en voz alta el libro, y si alguien dice una palabra prohibida, pierde puntos.
El juego de la memoria literaria: Se colocan diferentes objetos que tengan que ver con libros que han leído y que están sobre una mesa. Tienen un minuto para memorizarlos. Luego, los objetos se retiran y los participantes deben escribir todo lo que recuerden y lo relacionen. El que más objetos recuerde gana.
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